Novas de interese cancro

Novas de interese

Detectar cáncer a través de la sangre, un avance prometedor pero incipiente


Rafael López advierte de la necesidad de mejorar el diagnóstico por imagen


TAMARA MONTERO

SANTIAGO / LA VOZ

23/07/2020 05:00 H



«Es muy prometedor, llevamos mucho intentando acercarnos a esta situación y cada vez está más cerca». Rafael López, jefe del servicio de Oncología del CHUS y director del grupo Oncomet, en la vanguardia de la investigación en la biopsia líquida, un método de detección no invasiva del cáncer, llama sin embargo a poner los pies en la tierra ante PanSeer, un método preliminar desarrollado por científicos chinos y estadounidenses que es capaz de detectar la presencia de cinco tipos de cáncer comunes (estómago, esófago, colorrectal, pulmón e hígado) cuatro años antes de tener síntomas. Los pies en el suelo porque aun quedan años de investigación para que estas pruebas permeen a los sistemas sanitarios y porque «lo que hay que hacer es estudios de la utilidad clínica de estas técnicas». La utilidad práctica llegará si se demuestra un aumento de la supervivencia de los pacientes que se diagnostican. Y esos estudios aún están sin empezar. 



 La clave en este caso es la palabra diagnóstico. Rafael López subraya que hay que intentar acompasar los avances en las técnicas como la biopsia líquida y PanSeer con mejoras en los métodos de diagnóstico, que son todavía demasiado «groseros». El desarrollo del tumor, en contra de lo que mucha gente piensa, no es de un día para otro y, de hecho, «hay hipótesis de que puede ser durante casi toda la vida, desde la adolescencia o después de la adolescencia hasta que desarrollas el cáncer cuando eres anciano». Un paciente fumador hasta los 35 se hace la prueba con 50 años y le da positivo para cáncer de pulmón. Se le hace entonces una radiografía de tórax pero no se detecta nada Se le hace un TAC y tampoco. ¿De dónde se quita el tumor entonces?



«Evidentemente es un problema de números -explica López-. Las nuevas técnicas, sobre todo la medicina nuclear, afinan más y son capaces de detectar menos células que las del tumor clásico que se ve en una radiografía o un escáner, que es de un centímetro en términos normales». Pero en un centímetro de tejido «hay mil millones de células. Probablemente con estos análisis de sangre se está hablando de detectar en torno a mil células».



Hasta ahora, el diagnóstico precoz está en el cáncer de mama, de cérvix y de colon. «Está muy discutido en el de próstata y de pulmón, incluso algunos países empiezan a discutir el de mama» porque en los métodos actuales «vemos imágenes con muchas células. Si tuviésemos métodos con muchas menos, como la biopsia líquida, atajaríamos antes», explica el responsable de Oncomet, que también vaticina avances importantes en el tratamiento, que permitirá tratar tumores sin cirugía, solo con terapia farmacológica.



La investigación intenta recuperar la normalidad tras la parálisis por el covid

También la pandemia ha ralentizado la investigación sobre el cáncer. Aunque todavía no se ha cuantificado el impacto real del covid-19, Rafael López recuerda que los laboratorios de investigación se pararon durante dos meses y los ensayos clínicos «por lo menos un mes». También el diagnóstico del cáncer se ha ralentizado durante esta crisis. «Hay una repercusión global», reconoce. Y además es probable que como se han destinado tantos esfuerzos y recursos a la investigación sobre el coronavirus, los presupuestos del próximo año se pueden resentir no solo en oncología, sino también en otras disciplinas como neurología o cardiovascular.






Premio para una investigación del IDIS frente a metástasis en cáncer de pulmón


La Caixa ha seleccionado un proyecto de innovación biomédica de gran impacto liderado por María de la Fuente


                                                           La investigadora María de la Fuente, de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago. Foto: ECG


La Fundación la Caixa, a través del programa CaixaImpulse, ha seleccionado un proyecto de innovación biomédica de gran impacto social liderado por la investigadora María de la Fuente desde la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago. La iniciativa usa una diana innovadora contra la metástasis en cáncer de pulmón. Este tipo de enfermedad es la diagnosticado con mayor frecuencia y la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo. Sólo el 15 % de los pacientes sobrevive 5 años después del diagnóstico.


El cáncer pulmonar no microcítico (CPNM) es el tipo más común y es prácticamente incurable hasta la fecha. El equipo de investigadores, liderados por María de la Fuente, ha identificado un receptor molecular que está sobreexpresado en pacientes con CPNM y que podría conducir al desarrollo de nuevas terapias. Su reciente investigación ha descrito el papel que desempeña en la progresión del cáncer y la metástasis. Por ello, ahora quieren desarrollar anticuerpos dirigidos a este receptor y así poder evaluar la evaluación del cáncer en cada paciente y mejorar el tratamiento de las metástasis.


Incluyendo esta investigación, la Fundación la Caixa ha dado a conocer los 23 proyectos seleccionados en el programa CaixaImpulse, en sus dos líneas de actuación. La primera de ellas, CaixaImpulse Validate, nació hace cinco años para apoyar proyectos incipientes en el proceso de transferencia tecnológica. Y el pasado año se lanzó una nueva línea, CaixaImpulse Consolidate, con el fin de ofrecer acompañamiento a proyectos en estadios posteriores de desarrollo, para contribuir así a superar el valle de la muerte, atraer financiación de inversores privados y, por último, llegar al mercado. De esta forma, el programa CaixaImpulse ha ampliado el alcance de su influencia y acompaña los proyectos de innovación durante más etapas en el proceso de transferencia tecnológica. La finalidad última es conseguir que estas iniciativas, salidas del laboratorio, acaben mejorando la calidad de vida de las personas.


Según el informe European innovation scoreboard 2019 (Marcador europeo de innovación 2019), España cuenta con infraestructuras pioneras, centros de investigación y profesionales de primer orden —lo que supone una valiosísima fuente de conocimiento para la generación de riqueza—, pero también tiene una asignatura pendiente: su valorización y comercialización. Se genera, de este modo, la paradoja de que España ocupa el puesto 15.º de la Unión Europea en innovación. Con el fin de contribuir a cambiar esta realidad, la Fundación la Caixa promueve el programa CaixaImpulse a través de sus dos convocatorias, Validate y Consolidate.


Veinte nuevas iniciativas biomédicas, de las 109 que se presentaron, son las escogidas en la convocatoria de CaixaImpulse Validate. De ellas, 95 proceden de centros de investigación, universidades y hospitales de España; 9 de Portugal; 1 de Alemania; 1 de Croacia; 1 de Francia; 1 de Italia y 1 de Suecia.


Una vez valorados los proyectos, el comité de expertos ha seleccionado 20 de ellos. 10 se pueden enmarcar en el campo de las terapias y desarrollos de fármacos, y los 10 restantes son proyectos MedTech que incluyen técnicas de diagnóstico, dispositivos médicos y proyectos de salud digital.


Territorialmente, los proyectos provienen de diferentes comunidades autónomas de España: Cataluña (12), Madrid (2), Navarra (2), Galicia (1) y Baleares (1). A ellos se suman dos iniciativas propuestas en Portugal.



SELECCIÓN. Los proyectos presentados han pasado por un proceso de selección que consta de dos fases: en la primera, todas las propuestas recibidas son evaluadas en formato peer review por expertos y profesionales del ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, así como del mundo empresarial; en la segunda, los líderes de los proyectos con mejor puntuación defienden su propuesta en una entrevista presencial ante un panel conformado por expertos europeos de diferentes ámbitos.


El Correo Gallego 16/05/2020

Los investigadores Xosé R. Bustelo y César Serrano recibirán el premio Carregal

El primero es vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. El segundo es oncólogo del Instituto de Oncología Vall d’Hebron

Los investigadores Xosé R. Bustelo y César Serrano son los ganadores de la novena edición de los premios de oncología Ramiro Carregal 2020, según ha informado el jurado de esos galardones científicos.

Bustelo, originario de la localidad coruñesa de Iria Flavia, es vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, recibirá el Premio Internacional de Investigación Oncológica por su "brillante carrera investigadora y académica con líneas de investigación sólidas que han dado lugar a avances importantes en campo de las bases moleculares del cáncer", según el jurado.

El presidente del jurado, Rafael López, indica que el investigador gallego efectuó su carrera en España y en Estados Unidos, y enfatiza su "reconocimiento científico a nivel nacional e internacional" así como su "gestión de iniciativas científicas cooperativas y la mentorización de personal científico".

Licenciado y doctorado en Biología en la Universidad de Santiago de Compostela, Bustelo trabajó durante diez años en el instituto de investigación Bristol Myers Squibb y en la Universidad estatal de Nueva York (EEUU).

Por su parte, Serrano, oncólogo del Instituto de Oncología Vall d'Hebron de Barcelona, recibirá el Premio a Talentos Emergentes convocado por segunda vez.

Serrano, integrado en una grupo especializado en sarcoma, destaca por "ser un activo miembro investigador" en ese ámbito "muy dedicado y entusiasta y con publicaciones relevantes".

Licenciado en Medicina por la Universidad de Salamanca en 2005, y formado como oncólogo médico en el Hospital Vall d'Hebron en 2010, efectuó un postdoctorado en la Universidad de Harvard (EEUU) y se doctoró en la Universidad autónoma de Barcelona.

La Voz de Galicia 15/05/2020

El Sergas licita para el CHUS un nuevo equipo avanzado para tratar el cáncer

Entra dentro del convenio firmado con la Fundación Amancio Ortega para dotar de tecnología más avanzada a la sanidad pública

SANTIAGO / LA VOZ 15/05/2020 05:00 H
 El Sergas ha licitado la adquisición de un acelerador lineal intraoperatorio de última generación para el Clínico. Permitirá administrar radioterapia durante la cirugía de extirpación de tumores sin tener que mover al paciente del quirófano donde se opera. El hospital realiza radioterapia intraoperatoria con un acelerador lineal convencional desde el año 2012, dentro del servicio de radioterapia. Es el único en Galicia, y de los pocos en España, que dispone de esta tecnología, refiere la gerencia del área sanitaria.

La novedad de la nueva dotación, que se instalará próximamente, será que podrá aplicarse para el tratamiento de más dolencias, como algunos cánceres de mama, páncreas y sarcomas; además de los malignos pélvicos y de recto como hasta ahora.

El coste de este nuevo equipo se aproxima a 1,5 millones de euros. Entra dentro del convenio firmado con la Fundación Amancio Ortega para dotar de tecnología más avanzada a la sanidad pública gallega, destaca la gerencia compostelana.

El jefe de oncología radioterápica del CHUS, Antonio Gómez Caamaño, resalta entre las ventajas de la radioterapia intraoperatoria que «esta técnica permite protexer os órganos que poida haber ao redor da zona onde está o tumor», cuando se realiza la irradiación a dosis muy altas, y coincidiendo con el tratamiento quirúrgico del cáncer. Para realizarla participan además los servicios de cirugía general y digestiva, radiofísica, anestesia, anatomía patológica, radiodiagnóstico y oncología médica.

El Mundo 31/03/2020

Un análisis de sangre detecta más de 50 tipos de tumores

Por primera vez, una prueba realizada en sangre determina con precisión si una persona tiene cáncer y el órgano donde se encuentra la enfermedad.

SONIA MORENO
Madrid
Martes, 31 marzo 2020 - 01:31

Si para algo no sirve el confinamiento, el estado de alarma y los decretos es para detener al cáncer. Cuando esta enfermedad prende en una célula, su avance es implacable. Identificar lo antes posible su presencia eleva las posibilidades de curarse; de hecho, se calcula que un 60% de las curaciones en cáncer se producen en los estadios iniciales de la enfermedad.

Con esa premisa, un consorcio científico estadounidense y británico ha desarrollado un test que detecta en una muestra de sangre si una persona está o no libre de cáncer, y en caso de tener un tumor, el órgano donde se localiza.

La prueba, según revela un estudio publicado hoy en Annals of Oncology, obtiene una tasa de falsos positivos del 0,7%, lo que significa que en menos del 1% de casos se cometería el error de indicar la presencia de cáncer en alguien que no lo sufre. Como escriben los autores en el estudio, con el cribado actual (sangre en heces) del cáncer de colon, por cada persona en la que se detecta el tumor, habría entre 22 y 27 personas que se diagnostican erróneamente.

Para el autor principal del trabajo, Michael Seiden, presidente de la red nacional US Oncology, el estudio demuestra que el test cumple los "requisitos fundamentales" para dar lugar a un análisis de sangre de detección temprana del cáncer, "aplicable a la población general".

La detección del cáncer a través del plasma es una aspiración de la medicina desde que se supo que los tumores liberan material genético en la sangre, el ADN libre de células. De hecho, la llamada "biopsia líquida" consiste en encontrar mutaciones en ese ADN circulante que aporten información sobre el tumor sin necesidad de realizar una prueba invasiva.

Con este nuevo test, los investigadores en lugar de centrarse en las mutaciones lo han hecho en los cambios químicos del ADN tumoral (la metilación). Para ello han utilizado tecnología desarrollada por la empresa californiana GRAIL, centrada en el análisis genómico tumoral, así como datos del Atlas del Genoma libre de células circulantes, un proyecto multicéntrico que recopila el ADN de los diferentes tipos de cáncer en sangre.

En total, el estudio ha partido de muestras de 6.689 participantes (2.482 con cáncer, y 4.207 sin tumores), de los que finalmente se establecieron dos grupos, para en una primera fase identificar las marcas de los tumores en sangre y en una segunda, la validación de lo que se había hallado. El análisis de sangre se dirige a más de un millón de los 30 puntos o lugares de metilación que se calculan en el genoma humano.

Los resultados de esos análisis mostraron que además de determinar la presencia del cáncer, el test mostraba con una precisión del 93% en qué tejido había aparecido, aunque ésta variaba dependiendo del tipo de tumor y del estadio en que estuviese.

Así, 12 tipos de cáncer a menudo tan letales como el de estómago, hígado, vías biliares, esófago, cabeza y cuello, pulmón, ovario, colon, ano, páncreas y vejiga, y linfoma, se detectaban, globalmente, con una fiabilidad del 67,3% en los estadios clínicos I, II y III.

La diferencia entre tumores -es llamativo, por ejemplo, que el cáncer de próstata se detecte peor que otros en las fases iniciales- puede deberse, según apunta a este periódico Seiden, "a que algunos tumores tienen una mayor fracción tumoral (proporción entre células tumorales circulantes y normales). También es probable que algunos de los tumores seleccionados sean más invasivos, aunque esto aún no se ha demostrado".

No obstante, advierte que esto no es un estudio de detección, sino de validación de la sensibilidad de la prueba sobre personas en las que se sabía que tenían cáncer. "Aún necesita más investigación para completar la validación de la prueba", escribe en un email.

Jesús García-Foncillas, director del Departamento de Oncología Médica del Hospital Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, e investigador en el consorcio del Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA), destaca del hallazgo que "abre una puerta de gran valor para plantear que en algunos tumores donde no tenemos una prueba de detección clara, como el de páncreas, el test alcanza un nivel de sensibilidad en el estadio I y II del 60-80%". También plantea que podría ser útil en el cáncer de ovario, donde la sensibilidad (tomando todos los estadios) se cifra en el estudio en un 96%. Con todo, considera que hay que realizar estudios más amplios con este test.

En ello coincide otro experto en este campo, Rafael López, jefe de Oncología Médica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, que incluso considera que este tipo de pruebas en un futuro podrían reforzar los actuales cribados de mama, cuello uterino y de colon, e impulsar los más dudosos de próstata y pulmón. El especialista añade un dato: "Para detectar un cáncer hoy en día se calcula que se necesita un cm3 de tumor, el equivalente a mil millones de células. Si pudiésemos hacerlo con 100.000 o 500.000 células, aumentaríamos la tasa de curación exponencialmente en muchos tipos de cáncer".

Ambos consideran que esta estrategia de búsqueda de metilación puede tener mayor recorrido en la biopsia líquida, pero que todavía faltan años para que un test como este llegue a la clínica. En concreto, García-Foncillas aduce que para poder utilizarse este test en el entorno clínico sería necesario simplificar la metodología del estudio. "Es poco realista, porque necesita de equipos de laboratorio entrenados en análisis de metilación, en secuenciación masiva y en análisis bioinformático; tres pilares que no son nada fáciles de hallar en el mundo hospitalario".

El Correo Gallego 06/02/2020

Galicia mete un nuevo freno al cáncer a través del 'ADN basura'

Un trabajo internacional en el que participan investigadores del CiMUS permitirá diagnosticar dolencias oncológicas años antes de aparecer
MAR MERA SANTIAGOA- A+
"Mientras todos mis compañeros centraban su atención en los genes de nuestro genoma, yo me dedicaba a buscar en el ADN basura". Y ahí encontró el doctor José Manuel Castro Tubío, director del grupo Genomas y Enfermedad del CiMUS, de la Universidade de Santiago, "varios tesoros" que le permitieron descubrir el hallazgo cuyos resultados publicaron ayer las prestigiosas revistas Nature y Nature Genetics. Se trata de un mecanismo de mutación implicado en el desarrollo de los cánceres humanos que pone en el punto de mira a los retrotransposones, regiones de ADN hasta ahora ignoradas que explican el origen y progresión de ciertos tumores y abren nuevas vías para el tratamiento de la enfermedad y la prevención precoz, al poder diagnosticarse años antes de que aparezca la dolencia.

El trabajo, el mayor realizado hasta la fecha en el campo de la genómica del cáncer, incluye el análisis genómico de tumores en casi 3.000 pacientes y 38 tipos diferentes de cáncer. Se enmarca en el consorcio internacional Pan-Cancer, una iniciativa de enorme envergadura para el estudio de las bases genéticas del cáncer, en la que participaron durante siete años cerca de 1.000 investigadores de todo el mundo.

Los retrotransposones representan una parte importante de nuestro material genético, hasta un 75 por ciento, y han sido hasta no hace mucho considerados ADN basura debido a su naturaleza repetitiva y ausencia aparente de funcionalidad. Este concepto erróneo ha llevado a muchos científicos a no profundizar en su papel determinante en el cáncer.

Frente a esto, José C. Tubío y su equipo vienen haciéndolo desde hace ya una década. "Desarrollamos algoritmos bioinformáticos dirigidos al estudio de esta materia oscura y encontramos varios tesoros", declara el especialista.

La búsqueda tuvo un resultado sorprendente. Según el primer firmante del trabajo, Bernardo Rodríguez-Martín, "hemos identificado un nuevo mecanismo de mutación que consiste en que cuando los retrotransposones se movilizan en el genoma tumoral -algo que ocurre con más frecuencia que en las células no tumorales- pueden producir pérdidas enormes de material genético en el punto en el que se integran. Estas pérdidas causadas por la integración de retrotransposones pueden implicar la desaparición de genes que son importantes en el mantenimiento del funcionamiento normal de una célula y, cuando esto ocurre, facilita la aparición del cáncer. Esta nueva clase de mutación en cáncer es particularmente frecuente en cuatro tipos: esófago, cabeza y cuello, pulmón y colorrectal", asevera.

Los científicos piensan que este descubrimiento tendrá un impacto a corto plazo en la mejora de los diagnósticos oncológicos y en el pronóstico sobre la evolución de los pacientes; y a medio plazo en los tratamientos dirigidos a frenar este mecanismo de mutación, algo en lo que el equipo de Tubío ya está trabajando.

'VOLCANES' A VIGILAR. 
No satisfechos con descubrir la importancia de los retrotransposones, los investigadores del CiMUS quisieron ir más allá y acotar el campo de estudio. Por ello trabajaron para identificar aquéllos que tienen mayor actividad en el genoma tumoral, ya que serían éstos hacia los que habría que dirigir las terapias. Consiguieron señalar entre 100 y 150 retrotransposones que se activan en el cáncer. De todos ellos, tan sólo 16 son de especial interés porque son muy activos causando más de las tres cuartas partes de todas las mutaciones originadas en un tumor.

"Estos retrotransposones se comportan como volcanes, pudiendo estar silenciados durante mucho tiempo y, de pronto, explosionar de forma muy violenta, promoviendo decenas o cientos de mutaciones en el genoma tumoral", explica Tubío.

Los investigadores ya trabajan para poder trasladar los resultados de su análisis a la clínica. Según Bernardo Rodríguez-Martín "a corto plazo, esperamos que tengan impacto en la mejora de los diagnósticos y en el pronóstico sobre la evolución de los pacientes oncológicos. De hecho, disponemos de datos preliminares". Tubío añade que "en nuestro laboratorio ya estamos llevando a cabo pequeñas pruebas de concepto, probando diferentes tratamientos para frenar este proceso mutacional tan relevante en algunos tipos de cáncer".

El doctor Castro Tubío es investigador del Programa Ramón y Cajal en la USC, y dirige el grupo Genomas Móviles en el CiMUS. En el año 2015 fue premiado con el Marie Curie Award por el Consejo Europeo de Investigación (ERC). El experto también lidera uno de los subgrupos de la iniciativa Pan-Cancer, uno de los proyectos de genómica del cáncer más importantes del mundo.

DATO
75 % Material genético. En el trabajo del CiMUS, que incluye el análisis genómico de tres mil pacientes, se basan en los retrotransposones, que representan un 75 % de nuestro material genético, considerados hasta hace poco ADN basura, por lo que muchos científicos no han profundizado en su importante papel en el cáncer. Sin embargo, en este estudio, han encontrado "varios tesoros".

José M. Castro Tubío dir. genomas y enfermedades cimus 
"En nuestro laboratorio ya probamos tratamientos para frenar este proceso mutacional tan relevante en algunos tipos de tumores"

Bernardo R.-Martín primer firmante del trabajo
 "A corto plazo esperamos que los resultados obtenidos tengan impacto en la evolución de los pacientes y la mejora de los diagnósticos"

El Correo Gallego 05/02/2020


"1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres padecerá algún tumor"

El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Santiago, Francisco Pais, destacó ayer que la concienciación de la sociedad para prevenir el desarrollo de la enfermedad es fundamental.

Pais desveló en Onda Cero "el coste que supone para la sociedad española esta enfermedad, con casi 20.000 millones de gasto del cual el 45 % lo asume el paciente y la familia".

El presidente de la AECC local señaló que "a lo largo de su vida uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres desarrollarán algún tipo de cáncer" al tiempo que señaló que "los hábitos de vida saludables como la reducción del consumo de alcohol, erradicar el tabaco y controlar la obesidad" son algunas buenas prácticas preventivas.

Así y todo, desde la asociación compostelana insistieron en la necesidad de realizar chequeos y pruebas habitualmente para que, en el caso de que pueda aparecer algún síntoma, tratarlo con premura "a través de pruebas de cribado. Eso es fundamental", señaló Francisco Pais.

También desde Santiago el doctor Rafael López, jefe del servicio de Oncología del CHUS y responsable de Oncomet, del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), subrayó ayer el avance "espectacular" en la lucha contra la enfermedad a través de la biposia líquida.

El experto avanzó que prevé que "rápidamente" se aplique en cáncer de pulmón, después al de mama y, más adelante, en otro tipo de tumores y en diferentes circunstancias clínicas, ya que especificó que actualmente se utiliza en casos avanzados "pero también esperamos usarlo para monitorizar al paciente y detectar así la enfermedad mínima residual, e incluso soñando con llegar al diagnóstico precoz", concluyó.

La Voz de Galicia 05/02/2020

Curar el cáncer sí se puede, si se quiere
RAFAEL LÓPEZ
05/02/2020 05:00 H

Como hace dos décadas, ayer se celebró el Día Mundial contra el Cáncer. Una fecha que debe ser señalada no solo para pacientes y oncólogos, sino para toda la sociedad, entidades y Gobiernos. La sensación que tengo es que en España la sociedad todavía no está concienciada de que el cáncer es el principal problema de salud. Esto no ocurre en otros países más concienciados, como Dinamarca, y provoca que los gobiernos y partidos no centren sus esfuerzos en esta enfermedad. Con motivo de esta última temporada de elecciones no pude sino fijarme en que el cáncer no formaba parte de las prioridades dentro de los programas electorales de la mayoría de los partidos, lo contrario que la nueva presidenta de la Comunidad Europea que lo señala como un objetivo prioritario. Y no pude evitar pensar en que todo ese esfuerzo de gestores, investigadores, médicos, enfermeras, oncólogos y pacientes no es suficiente sin el apoyo de nuestros mandatarios.

 Y es que el paradigma del cáncer está cambiando mucho en estos últimos años: nuevos tratamientos como la inmunoterapia están logrando la cronificación de muchos tipos de cáncer. Es más, la inmunoterapia ya está curando un porcentaje muy elevado de tumores como el melanoma y, en menos medida, otros muchos tumores; pero hay que cambiar las estructuras sanitarias para poder abordar y atacar el cáncer con estos nuevos tratamientos de manera eficaz. El cáncer es ya una enfermedad crónica y tenemos que dotar a los hospitales desde los medios necesarios para un trabajo en red, una investigación clínica y traslacional, a programas de cribado y de diagnósticos por la vía rápida. Por ejemplo, si un médico tiene sospechas de que un paciente padece de cáncer de pulmón, en 30 días debería estar con el diagnóstico y el primer tratamiento encima de la mesa. Y para eso necesitamos un plan nacional, e inversión en estructuras y métodos diagnósticos y quirúrgicos modernos, radioterapéuticos y farmacológicos.

 Por ello, hay que buscar sistemas de acceso rápido a las nuevas moléculas, financiándolas de una forma diferenciada e innovadora. Las nuevas moléculas y sobre todo las combinaciones tardan muchísimo tiempo en ser utilizadas en la mayoría de los pacientes, incluso siendo tratamientos curativos. Por ello, debemos buscar vías diferentes tanto en financiación como en acceso. Las vías clásicas ya no funcionan en una etapa en la que el cáncer, por fin, empieza a curarse, y nuestra sociedad tiene que estar a la vanguardia.

Share by: